martes, 24 de mayo de 2011

A VALENTINA



Atraparé al amanecer
tu aurora
envuelta en ataditos de leche y miel,
alfombro la llevo como antaño
tiene el peso de la luz
en mis pupilas
octogenarias.

Es mi ofrenda preciosa
un pedacito de horizonte,
marcar el norte, guiar la barca,
amar lo tuyo, hacer-lo nuestro,
dialécticos ojitos,
mejillas cuarteadas
de sol, de frío
de llanto
y quebranto
en prematuro molimiento
desvalido festín de la globalización.

Mas ya no sufras, estoy contigo
llego a ti colmada de dicha
(lucha/felicidad).
toma de mí lo que quieras,
tengo en la diestra tus mil preguntas
y en la otra
(la más diestra)
cien mil respuestas.
Tu ansiado regalo
envoltura carmesí,
feliz lo entrego,
en él mi vida y mis desvelos
lo descubres, lo construyes,
lo dejas libre
¡sigue su senda! ¡tómalo fuerte!
soy tu frescor de mediodía
tu luz, tu arrullo,
tu leche y miel
retozo, salto,
asalto… ¡encumbro!

Tus manitas
martillos del mañana
tocan el cielo, horadan mares,
cruzan espacios, traspasan tiempos,
retozan en la luz
que estas pétreas ventanas
aún mezquinan,
anudan con rayitos de sol
todos los males
para lanzarlos lejos
pulverizarlos,
acuden todo cariño
a paliar tanto dolor.

Y yo
         rendida a tu sonrisa
                dulce mohín
                         en tu linda carita
                                    al estallar el alba
                                                un besito
                                                     por fin estamparé.




Ayma Cabanillas Contreras
(Centro de Reclusión EP Chorrillos – anexo, Lima)